Y después de mucho...

Y después de mucho... me hice una sesión de fotos por capricho. Recuerdo que cuando se inventó esto de la presencia en redes, no era del todo bien visto. La mayoría de personas decía que era un acto de vanidad o, acaso, una exposición innecesaria. Nunca entendí del todo esa idea, la verdad. Por mi parte atesoro con cariño fotos antiguas de mis abuelos que, en sus años mozos, iban regularmente al estudio fotográfico para hacerse retratos y compartirlos con sus amigos. Antaño, las fotos se dedicaban y en el reverso se leían mensajes como “para mi querido amigo con mucho cariño”, “siempre te recordaré”, “para que me lleves en el recuerdo”. Era algo importante en aquel entonces y creo que no deja de serlo ahora, sea cual sea el formato.