Book Raider II

Algunos de los libros que he comprado recientemente.

Hace años publiqué un artículo en el que describía una experiencia de compra de libros en un puesto del mercado. Recuerdo que hice una comparación entre este tipo de negocios informales y las librerías. Pero no me animé a recomendar este intercambio como una alternativa válida ante la escasez de la oferta literaria.

Pues bien, el tiempo ha pasado y ahora ha aparecido una nueva modalidad de venta de libros un poco más sofisticada que, me parece, vale la pena prestarle algo de atención. Me refiero a la sección "librería" de los supermercados; una parte de la tienda desconocida para muchos. Desconocida, incluso, para las cajeras, quienes, al momento de cobrarme los libros no pueden evitar mirarlos con extrañeza y, en ocasiones, preguntarme: "¿Esto lo has sacado de aquí?"

Las librerías de los supermercados, en teoría, están planeadas para que la gente que va a ser sus compras semanales se encuentre con ella de sorpresa y se anime a llevar un libro con un dinero de sobra. Sin embargo, en la práctica, la sección está escondida, ubicada en los pasillos que pocos recorren. A veces está entre los accesorios para autos; otras veces, en un rincón de la papelería; y en contadas excepciones, cerca a la caja, bajo las revistas de moda y los confites. En ellas, como en casi todas las librerías, abundan los libros infantiles, para colorear y los best selleres. Pero de vez en cuando uno se encuentra con alguna buena edición que, a menudo, te hace la semana.

En lo personal, he comprado muy buenos libros en los supermercados. Conseguí La biblia satánica (tapa dura), de Szandor Lavey; La saga del detective Gálvez, de Martínez Reverte; Malos modales, de Fernando Ampuero; Elling, de Ingvar Ambjørnsen; y, ahora mismo, Más allá de los Eones, de H. P. Lovecraft. Todo esto y muchos más ¡por sólo S/.9.90!

Así que no puedo sino recomendar a los amantes de la lectura dedicarle un poco de atención a estas secciones en los supermercados. No será el jale de la tienda, como lo son los pasillos de la electrónica o la vestimenta; pero, a falta de librerías, vale la pena para hacer una buena cacería.

Comentarios

Entradas populares